lunes, 22 de febrero de 2010

Diálogo de Horizontes

El artículo del columnista Salomón Kalmanovitz, titulado “Seguridad nacional” publicado en el periódico El Espectador el 21 de febrero de 2010, tiene como tema principal el preocupante aumento de la tasa de homicidios que se ha venido presentando en el país en los últimos meses, consecuencia del surgimiento de nuevos grupos delincuenciales híbridos de los desmovilizados paramilitares , que operan en las ciudades y que en este momento viven una lucha por zonas de influencia y rutas del narcotráfico. También menciona la lenta pero contundente reactivación de la guerrilla de las FARC, y otros factores que sustentan el grave aumento de actos violentos en Colombia.
El conflicto armado es un tema que por más de 50 años no ha dejado de ser un tema de actualidad en el país, a pesar de los diferentes contextos en los que se ha desarrollado. La política de seguridad democrática implementada por el gobierno actual en cabeza del presidente Álvaro Uribe Vélez, ha intentado hacerle frente mediante acciones radicales en contra principalmente de la guerrilla y durante un período de tiempo el país recuperó relativamente la calma.
Gran parte de la opinión pública del país comenzó a creer en la aplicación de la “seguridad democrática” como la única manera de conseguir la paz, pero hoy en día, cuando se comienzan a revelar los vacíos y los errores de dicha política, se hace cada vez más recurrente un llamado a la reestructuración

De esa manera lo plantea Kalmanovitz en su artículo, la seguridad democrática necesita hoy un replanteamiento urgente pues los escenarios de violencia se trasladaron del campo, a los cascos urbanos, en especial a las grandes ciudades como Medellín.
El artículo le propone varios interrogantes al lector; pues aunque el autor plantea un punto de vista estrictamente personal, se fundamenta en datos y hechos históricos que dan validez a su tesis.
El artículo da pie a la generación de polémica pues cada quien dentro de sus propias esferas de pensamiento, dentro de su contexto y dentro de sus horizontes conceptuales puede tener una valoración completamente distinta del mismo artículo, pues a todos los colombianos nos ha tocado vivir la violencia desde perspectivas muy distintas.

Lo importante en este caso sería tener la capacidad de construir un diálogo a partir de la diferencia, que genere un círculo hermenéutico sobre el cual giren conceptos que puedan ayudar a construir nuevas ideas, todas basadas en los principios de credibilidad, inteligibilidad y veracidad, evitando, en la medida de lo posible, que las argumentaciones estén viciadas por prejuicios sin fundamentos.

jueves, 11 de febrero de 2010

Luces y sombras


Por Laura Estrada Ocampo

La mía mas que una vocación es una misión

Ryszard Kapuściński

Misión difícil por cierto. Tremendamente peligrosa y mal pagada en muchas ocasiones. Manipulable hasta el descaro, y aporreada hasta sus más profundos cimientos. Misión de informar, de contarle al mundo sobre sí mismo. De sus miserias y sus bondades. De lo que será de nosotros. De lo que algún día fue y no ha dejado de ser. Esa es la misión del periodismo. Del hijo de Heródoto, aquel griego que un dia inmortalizó la historia de su pueblo a través de las letras, siendo ellas tal vez la única manera de inmortalizarnos.
El pasado 9 de febrero se reunieron en la Universidad Pontificia Bolivariana quienes encontraron en el periodismo la manera de dejar algo útil en el mundo, y recordar que es nuestra la obligación de sublimar, hacer valer y dignificar un oficio de tal responsabilidad y delicadeza. A pesar de que para muchos sea una tarea mecánica de la simple inmediatez, sin análisis, sin contexto, sin ningún tipo de fondo.

Profesores y estudiantes de la facultad de Comunicación Social-Periodismo, participaron en un coloquio llamado "Luces y Sombras del Periodismo",donde se lograron evidenciar muchas de las bondades y debilidades que han acompañado el ejercicio periodístico a través de la historia.
Las diferentes posturas de los participantes de la conversación, tuvieron convergencia en puntos como la necesidad de la formación de periodistas ilustrados, que tengan como herramientas para su trabajo saberes paralelos a la comunicación como la filosofía, la política, la literatura y sobre todo la historia, hermana melliza del periodismo pues como afirmó el profesor Ramón Maya, ambas disciplinas encuentran en Heródoto su padre. También se expresó la preocupación de las lesiones que ha sufrido la libertad de expresión en el mundo contemporáneo, y la importancia que tiene esta para lograr un periodismo digno, independiente y transparente.

Misión difícil por cierto. Pero igual forma hermosa; de igual forma sublime y dispuesta a cambiar el mundo si se es necesario.





miércoles, 10 de febrero de 2010

Todo puede mejorar

Todo puede mejorar. No importa si se es de izquierda, de centro, de derecha o de alguna de las ramificaciones que se han inventado los políticos para justificar sus ideas e intereses. No importa si es la tercera vez que se hace el intento, o la primera. La consigna es acabar de raíz con los problemas que carga el país casi desde el día en que fue descubierto sin querer, hace cinco siglos. Problemas que cambian de protagonistas, de nombres y de contexto, pero nunca de fondo. Problemas que parecen tener solución cada cuatro años. Y nosotros creemos en esas soluciones, en un acto ciego, de buena fe, ingenuidad o estupidez.

La época de elecciones es siempre un período importante y complicado para cualquier país. El bombardeo de caras sonrientes y consignas esperanzadoras, los políticos amables que le dan la mano a los ciudadanos, las promesas, las apologías a la honestidad y la transparencia, la complicidad con el pueblo. Todas son tan efímeras, como largos los discursos.
La bipolarización a la que está sometida Colombia, será uno de los factores determinantes en los resultados de las elecciones del próximo 30 de mayo. El país está radicalmente dividido entre los que quieren la continuación de las políticas del actual gobierno, ya sea en manos del presidente Uribe por tercera vez, o de alguno de sus seguidores, y entre los que se oponen a la continuación de estas políticas. Gustavo Petro, candidato a la presidencia por el Polo Democrático Alternativo, es el principal opositor de la fuerte corriente Uribista. Con ideas y proyectos fuertemente inclinados a la izquierda, el actual Senador de la República participó en el Ciclo de Debates Democráticos, organizado por la UPB, donde planteó que los problemas neurálgicos de Colombia son la pobreza, la violencia, el narcotráfico y principalmente la desigualdad, que según él, es la raíz de todos los demás.
Con un discurso denso y bien estructurado, el político planteó un programa de gobierno basado en el Estado Social de Derecho, en el trabajo, en la distribución del capital y la tierra, haciendo énfasis en la necesidad de que todas las personas accedan a la educación, al crédito y al trabajo.
Los temas referentes la guerrilla, el secuestro, y la seguridad tuvieron un papel eminentemente secundario durante la exposición de las propuestas, y solo fueron mencionados con el objetivo de satirizar las políticas del gobierno actual, con expresiones como “la mata que mata” (campaña gubernamental en contra del narcotráfico.
A pesar del buen uso de la palabra y de la validez y coherencia de muchas de sus propuestas, Gustavo Petro se arraiga a la estrategia de invalidar a través de sátiras, las ideas divergentes a las suyas para sentar su posición. Y a la larga no deja de ser otro caso más de demagogia, de esa que ilusiona pero hace daño.